dijous, de juny 07, 2012

α Celestial Ω

Benvinguts i Benvingudes, un cop més a Olor a gespa humida!

Aquesta vegada us explicaré una història com una altra, però amb un idioma diferent. El castellà. Personalment no crec que se'm doni tan bé escriure en castellà que en català, però bé que s'ha d'intentar, oi? Doncs el petit relat d'avui ens parla d'un noi normal i corrent que viatja amb cotxe, i creua un túnel desconegut. Aquest túnel el transporta a un món paral·lel considerat el món celestial.


"El muchacho estaba conduciendo tranquilamente por la carretera, quien sabe dónde. Se dirigía hacia el norte, en el pirineo, esas montañas blancas que le habían seducido demasiadas veces en televisión. Como nunca iba de excursión con el instituto, ni había viajado con sus padres a ningún lugar más allá de su provincia natal, pues nunca había visto nevar.
La noche anterior se había discutido con sus padres porqué él quería ir a ver mundo, o al menos su país pero sobretodo empezando por la parte más fría y desconocida para él. Ya tenía 19 años y se veía capaz de afrontar una aventura como esa. Así que hizo las maletas, se fue a dormir y espero a que se hiciera de día para partir hacia las montañas.
Era un joven de muchos amigos, alegre, cordial y educado pero sabía divertir-se, y disfrutar de una velada con los colegas. Aún siendo un poquito popular, disponiendo de trabajo y teniendo una familia que le quiere, tenía muchas ansias de irse. 
Solo le faltaba media hora para llegar a las montañas deseadas. Solo un cuarto de hora. Solo diez minutos. Ahora podía ver el túnel que le permitiría atravesar una de esas montañas iniciales para llegar a su destino. En la carretera no se veía a nadie, aunque era temporada de turismo invernal y la gente subía a esquiar. Entonces vio el túnel de frente y contó. Uno, dos y… ¡Tres! Ya estaba. Estaba alcanzando su deseado sueño de llegar a esas magnificas montañas cubiertas de una capa de diamantes blancos.
Pasaron 5 minutos y no veía el final del túnel. Pasaron 10. Se empezaba a impacientar. No puede ser tan largo este túnel se decía. Pasaron 15 minutos. Al fin empezó a ver un destello de luz. Este es tu fin dijo el muchacho contestando a la broma pesada que le había tendido el túnel. Cada vez era una luz más brillante i próxima. El chico no veía nada estaba iluminado y no encontraba las gafas de sol en ningún lugar. Iba frenando el coche por miedo a topar-se con alguno de cara, pero no respondía y en vez de frenar aceleraba.
- ¡¿Qué está pasando?! - grito desesperado.
Finalmente la luz se le trago.
El muchacho se iba despertando poco a poco oyendo una voz dulce y cálida que le susurraba en el odio. En abrir los ojos, le costó recuperar la vista por completo, pero quiso volver a cerrarlos por la irrealidad que suponía el paisaje.
Estaba estirado en una cama de vidrio con unas sabanas blancas y finas como la seda. Todas las paredes eran blancas mate. Delante de la cama a unos tres pasos había una ventana enorme, de unos 5 a 6 metros de alto, por la que se podía ver un montón de… en un principio, aves pero eran… personas vestidas con colores llamativos y con unas alas blancas y relucientes que les transportaban de un sitio a otro. También había unos edificios blancos mate, al igual que su estancia, pero tenían la facultad de estar flotando en el aire. 
Entonces se fijo en la persona, si se le podía llamar así, que le había estando susurrando en el oído para que se despertará."
El relat s'acaba aquí perquè no estava prou inspirada, però l'idea era de continuar-la conjuntament amb el món infernal. On el noi s’enfronta a diferents perills per arribar a lluitar contra un dimoni, que és la mà dreta de Lucífer. El noi venç el dimoni i es queda amb la noia guapa. Però la seva felicitat no es eterna perquè el túnel per on ha entrat s'està tancant i ja no podrà tornar més al món celestial. Així doncs, li jura amor etern i marxa.

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